En el primer cuarto logramos ser el ciclón que buscábamos: sólidos en defensa y en el rebote, lo que nos permitió correr y encontrar superioridades, así como balones interiores (28-11). Cuando el rival optó por la defensa en zona, supimos mover bien el balón y mantener el ritmo en el ataque posicional.
La primera parte fue de dominio claro y contundente, llevando el partido exactamente donde queríamos (45-21). Sabíamos que en el tercer cuarto La Vila, un equipo muy trabajado, iba a reaccionar, y así fue. Sin embargo, conseguimos mantener la renta a pesar de algunos triples que, tarde o temprano, sabíamos que llegarían (15-20). Solo en este cuarto La Vila logró imponerse, porque en el último periodo el equipo volvió a demostrar de qué pasta está hecho, dejando al conjunto visitante en tan solo 8 puntos (17-8).
Cabe destacar el increíble trabajo de nuestros jugadores en todas las facetas que no son únicamente anotar puntos: la defensa individual, el esfuerzo sin balón, las ayudas defensivas y, especialmente, la lucha bajo los aros, donde fuimos duros y controlamos el rebote, un aspecto vital para competir.
Estoy realmente satisfecho con la reacción del equipo y con la confianza que los chicos están mostrando en sí mismos. Están demostrando ser un verdadero equipo: 24 asistencias y solo 16 pérdidas reflejan que jugamos todos a una y buscamos siempre la mejor opción. Además, la energía, el ritmo y la manera en que compartimos el balón hacen que nadie pueda quedarse indiferente ante nuestro juego.
Seguimos hambrientos. Muchas gracias, afición. Vamos a por la fase de ascenso. ¡VAMOS! 

