En el segundo cuarto, el rival nos pasó por encima, y perdimos fluidez en ataque. Hubo muchos momentos en los que no movimos el balón lo suficiente, y esto, sumado a la persistente falta de tensión defensiva, nos llevó al descanso con una desventaja de 6 puntos.
Tras el parón, salimos con otra actitud: a morder y a jugar a lo nuestro. Dominamos claramente con un parcial de 28-15. Desde la defensa volvimos a ser sólidos y construimos nuestro juego desde ahí. Finalmente, seguimos remando y, salvo algunos despistes puntuales, nos mantuvimos conectados y jugando de manera coherente en ataque. Esto nos permitió anotar más de 50 puntos en la segunda parte.
Fue un partido condicionado por el hecho de que ambos equipos jugábamos partidos importantes al día siguiente, pero nunca dejamos de luchar. Queremos dar las gracias a nuestra afición, que, a pesar de ser viernes, no falló a su cita. Crearon un gran ambiente primaveral que nos transmitió la energía que necesitábamos. 


